Sunday, June 20, 2010

Jimenez-Azuri

Mi corazón se llena de un calido amor al pensar en mi familia. Como en todos estos años, he escogido estar mas tiempo con mis amigos que con mi familia? En que punto de nuestra existencia dejamos de ser hijos, primos, hermanos, sobrinos y nos centramos en el mundo, en nuestros amigos y en las cosas materiales y vanas que nos rodean?

Pasar de ser una adolescente quien vivía pegada del teléfono hablando con sus amigas, a tener deseos solamente de hablar con mis tías o con alguna prima de cómo esta su vida; es mi pan de cada día.

Sentir ese amor incondicional, esa sinceridad, esas bromas de mal gusto que solo un primo puede hacer… No tiene precio.

Si herimos a un amigo o somos heridos, podemos cortar ese lazo fácilmente. Pero los lazos sanguíneos, son para toda la vida.

Tengo amigos que son casi mis hermanos, amigos quienes han estado ahí para mi desde que tengo uso de razón. Amigos a quienes adoro, y los siento parte de mi sangre.

Como desbaratamos un lazo sanguíneo? Hay miles de formas de fortificarlo, pero para que romperlos? No nos podemos drenar la sangre y mucho menos… Drenar el amor que nos une, por sangre.

Recientemente mi familia materna y paterna ha estado atravesando por muchas crisis. Hasta hace 5 años, quien perdía un abuelo, era algún amigo mío… No yo. Perdí mis dos abuelos maternos en menos de 2 años, 1 Tía Abuela, 1 Tía paterna, 1 Sobrina (hija de mi prima). Crisis y enfermedades familiares, que nos han hecho fortalecernos.

Perdimos, pero ganamos mas! Ganamos los recuerdos, ganamos las añoranzas de esos tiempos en donde todos estábamos juntos, ganamos unidad, ganamos querernos mas.

Mis sobrinos están grandes, mis primos tienen hijos, mis amigos tienen familias, y yo le doy gracias a Dios por darme esa bendición de tenerlos a todos en mi vida.

Mi hermano envejece, mis padres siguen iguales pues los conocí ya viejos. Yo tengo 2 canas, y algunas arrugas bajo mis ojos y mi corazón esta mas henchido de amor.

Creo que nunca había sentido tanto amor por mi familia como ahora lo siento. Gracias le doy a Dios por cada uno de ellos. Gracias le doy a Dios por los que no están, pues nos enseñaron que aunque no estén aquí, podemos seguirlos amando y ellos nos dan lecciones de vida de lo que algún día ellos nos enseñaron y vivimos a diario.

Ningun éxito en la vida, puede compensar el fracaso en el hogar. David O’Mckay.

No comments: