Ella iba camino a la iglesia, el regresaba de trabajar. Ella vestida de domingo, el arapiento y maloliente. Cruzaron miradas, y no se dijeron nada.
El tenía 17, ella 15. El padre de el había desaparecido durante la tiranía, y necesitaban una mujer para ayudar en la casa; Aun así se amaban. El hablo con el padre de ella y le pidió la mano en matrimonio, ya tenían 18 y 16.
Vivían en un rancho, ella cocinaba y atendia a los trabajadores; mientras el araba la tierra con sudor y juventud trayendo cada día el pan de cada día a la mesa.
Ella salió embarazada, no sabían que sexo era pero a juzgar por la forma puntiaguda del vientre las malas lenguas decían, que el primogénito no era varón. Llegaron los 9 meses y la prepararon para parir. Varios sacos de arroz vacios debajo de su pelvis, agua caliente, una tijera para el cordon umbilical, una caja bajo su espalda para la inclinación, dos sillas acostadas en el piso para que se agarrara mientras pujaba, mucho amor, y dolor de muerte.
Ella sentada en el piso, él la abrazaba desde la espalda. Enjugando sus lágrimas en el pelo negro de ella que le corría por la espalda al unísono con las lágrimas. Ella gritaba, él lloraba de la desesperación y de la impotencia de no saber que hacer. Eran primerizos.
Finalmente la comadrona grita, e' una jembra! El llora de la felicidad, pero quería un varón. Su natalicio fue el 7 de Septiembre. Ella quería que naciera el 24, pero igual le pusieron Mercedes. Como todo hombre que se respeta de nombar a su primogénito igual a él, prefirio ponerselo de segundo nombre, y en femenino, por supuesto.
No bien pasaron 2 años, cuando él la embarazó nuevamente. Esta vez si será varón! deseaba él. Lamentable el caso, fue hembra también. Así nace Bernarda Del Carmen. A los 6 meses le vienen con la noticia de que tiene otra hija, una hija fuera del matrimonio.
Ella la quería como si fuera suya, ya tenia 3 hijas. El varón no tardaba en llegar, 2 años mas tarde finalmente llegó. Ya pudo entonces nombrar a su hijo como él, lo nombró Ramón Antonio. Y así fue su orgullo. Por accidente o por ignorancia, nació María de los Angeles; la cuarta y última. Al menos de ella.
Se tuvieron que mudar del rancho, porque ya no cabían. El cargaba las tablas de palma y ella le ayudaba a pulirlas, cada uno de un lado. Construyeron su ranchito, y todo iba de maravillas. Hasta que un día, María la menor se bebió una trementina que la puso al borde de la muerte.
El la abrazó, brinco la cerca hasta donde la vecina. La comadre Luz le hala el galillo y la hizo vomitar. Ella durmió con su pequeña en brazos, asustada porque la muerte todavía se la podía llevar.
Se casaron por la iglesia, en una ceremonia familiar. A todo esto solamente estaban unidos por el lazo de la ley. Era hora que Dios bendijera esta unión.
Bendicion que perdura, por mas de 70 años de matrimonio.
Ella tiene cancér. El sufre de demencia por su ausencia. Ella tiene 7 meses en la capital. El tiene 70 años de amor por ella.
Finalmente se reunen. Lamentablemente no pude estar ahí para esa reunión.
*Corta historia de mis abuelos.
El tenía 17, ella 15. El padre de el había desaparecido durante la tiranía, y necesitaban una mujer para ayudar en la casa; Aun así se amaban. El hablo con el padre de ella y le pidió la mano en matrimonio, ya tenían 18 y 16.
Vivían en un rancho, ella cocinaba y atendia a los trabajadores; mientras el araba la tierra con sudor y juventud trayendo cada día el pan de cada día a la mesa.
Ella salió embarazada, no sabían que sexo era pero a juzgar por la forma puntiaguda del vientre las malas lenguas decían, que el primogénito no era varón. Llegaron los 9 meses y la prepararon para parir. Varios sacos de arroz vacios debajo de su pelvis, agua caliente, una tijera para el cordon umbilical, una caja bajo su espalda para la inclinación, dos sillas acostadas en el piso para que se agarrara mientras pujaba, mucho amor, y dolor de muerte.
Ella sentada en el piso, él la abrazaba desde la espalda. Enjugando sus lágrimas en el pelo negro de ella que le corría por la espalda al unísono con las lágrimas. Ella gritaba, él lloraba de la desesperación y de la impotencia de no saber que hacer. Eran primerizos.
Finalmente la comadrona grita, e' una jembra! El llora de la felicidad, pero quería un varón. Su natalicio fue el 7 de Septiembre. Ella quería que naciera el 24, pero igual le pusieron Mercedes. Como todo hombre que se respeta de nombar a su primogénito igual a él, prefirio ponerselo de segundo nombre, y en femenino, por supuesto.
No bien pasaron 2 años, cuando él la embarazó nuevamente. Esta vez si será varón! deseaba él. Lamentable el caso, fue hembra también. Así nace Bernarda Del Carmen. A los 6 meses le vienen con la noticia de que tiene otra hija, una hija fuera del matrimonio.
Ella la quería como si fuera suya, ya tenia 3 hijas. El varón no tardaba en llegar, 2 años mas tarde finalmente llegó. Ya pudo entonces nombrar a su hijo como él, lo nombró Ramón Antonio. Y así fue su orgullo. Por accidente o por ignorancia, nació María de los Angeles; la cuarta y última. Al menos de ella.
Se tuvieron que mudar del rancho, porque ya no cabían. El cargaba las tablas de palma y ella le ayudaba a pulirlas, cada uno de un lado. Construyeron su ranchito, y todo iba de maravillas. Hasta que un día, María la menor se bebió una trementina que la puso al borde de la muerte.
El la abrazó, brinco la cerca hasta donde la vecina. La comadre Luz le hala el galillo y la hizo vomitar. Ella durmió con su pequeña en brazos, asustada porque la muerte todavía se la podía llevar.
Se casaron por la iglesia, en una ceremonia familiar. A todo esto solamente estaban unidos por el lazo de la ley. Era hora que Dios bendijera esta unión.
Bendicion que perdura, por mas de 70 años de matrimonio.
Ella tiene cancér. El sufre de demencia por su ausencia. Ella tiene 7 meses en la capital. El tiene 70 años de amor por ella.
Finalmente se reunen. Lamentablemente no pude estar ahí para esa reunión.
*Corta historia de mis abuelos.
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